viernes, 10 de diciembre de 2010

La insostenible sostenibilidad

Hoy he desayunado con una noticia interesante, los japoneses han exigido en la cumbre del clima, que se esta celebrando en el turístico Cancun entre el 29 de noviembre y hoy mismo, un compromiso firme de los Estados Unidos (la economía mas sucia del mundo) y de los BRICs (con China a la cabeza) con la reducción de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático. Y es que los europeos ya estamos otra vez templando gaitas. La UE ha asumido que no se llegara a ningún compromiso antes del 2011 en Durban. Y por lo visto asume la mas que probable prorroga de los objetivos de Kyoto a partir de 2012, algo absurdo y frustrante por otra parte. Japón, un pais industrializado e históricamente poco comprometido con las causas naturales (recordemos que siguen pescando ballenas, tiburones, focas y diversas especies en peligro de extinción), ha dicho basta a la actitud prepotente y descuidada de estadounidenses, chinos, indios y brasileños. Resulta que estas economías, algunas de las cuales son las que mas crecimiento industrial vienen demostrando en las ultimas décadas, no tienen ninguna intención de hacer esfuerzos en torno a la implantación de tecnologías limpias, aplicación de equipamientos que incentiven la eficiencia energética, toda vez que entienden que dichos esfuerzos suponen sobrecostes que pueden cercenar una parte de su crecimiento nominal en PIB. Y claro esta los japoneses no están dispuestos a sacrificar su amenazada economía (recordemos que son los que mas cerca tienen a todas las economías emergentes que hemos mencionado) mietras el resto del mundo, salvo la UE, miran únicamente por sus intereses.

Repasando los acuerdos de Kyoto y la evolución del mercado de emisiones de CO2 a nivel mundial resulta paradójico que los países mas eficientes en términos de emisiones sean los mas comprometidos con su reducción. Es verdad que el protocolo no tuvo en cuenta los efectos directa que la asunción de compromisos tenia en las economías de países emergentes pero aun pobres, pero también es verdad que de nada sirve adquirir compromisos sin que Estados Unidos (voraz consumidor de energía en todas sus acepciones y formas) o China (con una población cercana a los mil cuatrocientos millones de personas ávidas de consumo y que cada día adquieren costumbres consumistas como las europeos o americanas) se lo tomen en serio. El problema del cambio climático es el mejor ejemplo de impacto de la globalización. Ningún esfuerzo local tiene sentido, ya que las emisiones que se ahorren en Euskadi no valdrán de nada si los estados del sur de la India incrementan en un 100% anual las suyas, fruto entre otras cosas por la deslocalizacion rabiosa de la actividad industrial a esos países, su bajo nivel de exigencia medioambiental y el crecimiento de las necesidades energéticas de sus pobladores.

Japón ha sembrado una semilla interesante pero amenazadora. Si todos comenzamos a perder de vista el riesgo que causa el cambio climático patente, será demasiado tarde demasiado pronto... Y de mientras, Europa sigue autoflagelandose y erigiendose en el justiciero de la noche medioambiental... Confiemos en el sentido común, porque de lo contrario, los políticos nos acabaran llevando al abismo.

1 comentario:

  1. En parte tienes razón, sin embargo hay que tener cuidado con esta cara de salvador que tiene Europa. Como escribí en un post el pasado 25 de noviembre, un responsable estadounidense achacó al comisario europeo de medio ambiente Janez Potocnik que las empresas europeas -entre otras BASF- apoyaban las candidaturas de senadores neoconservadores mientras aquí daban una imagen verde. Sí es hora de que los emergentes paguen por su crecimiento como los demás. Si nosotros sacrificamos nuestra riqueza, ellos también pueden.

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