Acaba de terminár el derby de Anoeta. El Athletic acaba de hacer su enésimo ridículo en un partido fuera de casa. Ha regalado el partido y nos ha hecho sentir una vez mas a los aficionados la amargura quincenal a la que nos tiene acostumbrados. No obstante, lo que mas me ha llamado la atención hoy es la cantidad de heridas abiertas entre vascos. Heridas que tardaran mucho tiempo en cerrarse todavía. Y no me refiero a las diferencias entre gipuzkoanos y bizkainos en nuestras trifulcas futbolisticas.
A las siete y media de la tarde estaba en la Azoka de Durango, cita anual que intento no saltarme nunca. Llevo mas de quince años acudiendo a este evento anual que ha ido mejorando considerablemente año tras año. La oferta cultural en euskera ha avanzado desde el reducido publico interesado en la micología y los materiales de organismos oficiales hasta una multitud de productos en euskera que son muy atractivos para una sociedad que demanda cada vez mas novelas, ensayos, enciclopedias, discos musicales, documentales, etc. en su idioma, el euskera. Da gusto ver a miles de personas llenando el recinto ferial y charlando distendidamente en euskera. Yo soy de Portugalete y aunque el actual lehendakari jure que el euskera nunca se ha hablado en la margen izquierda, lo cierto es que somos muchos los que hemos hecho esfuerzos importantes a lo largo de nuestra vida como estudiantes para recuperar un idioma que personajes como el nunca fueron capaces de aprender. Orgullosos de ello euskaldunzarrak y euskaldunberriak nos entusiasmamos observando que cada año hay mas gente, gente joven, disfrutando de su cultura ancestral, que ahora toma nuevos rumbos en la digitalización de la cultura.
Dicho esto, a eso de las ocho menos cuarto, estaba con mi mujer Andrea (navarra ilusionada con aprender la lingua navarrorum) y llegaba a la esquina donde se juntan muchas de las editoriales mas directamente vinculadas con la izquierda abertzale. Había poca gente, algo que he atribuido a la cercanía horaria del partido de fútbol. Me ha dado tiempo a ver su oferta y me he entristecido. He observado muchos trabajos interesantes, pero la gran mayoría de lo presente giraba en torno a la particular visión que este mundo tiene de lo que Euskal Herria (en su jerga) viene sufriendo desde... desde la creación de su imaginario político. En una feria repleta de oferta variada, ellos solo son capaces de escribir sobre sus heridas, heridas abiertas que ahora pretenden cerrar algunos, aunque me temo que en falso. Miles de paginas escritas sobre ETAm, ETApm y sus distintas singladuras, sobre la ilegalizacion de partidos, sobre personajes polémicos pero encumbrados por su entorno (como Argala), sobre lo mucho que los vascos hemos sufrido de manos de las FSE sin considerar lo mucho que llevamos sufriendo también por la imagen que nos toca llevar gracias a las acciones de ETA, a los líos en que HB-EH-Batasuna nos ha proporcionado durante muchos años...
Por eso me da miedo. Me da miedo que nadie, salvo algunos muy pocos, estén pensando en que va a ocurrir cuando todo esto acabe, cuando estas personas se reincoporen a una vida "normal", cuando en el mercado se reencuentren con personas que no piensan como ellos. Me da miedo que se piense que con la desaparición (o derrota para dar gusto a Basagoiti y sus acólitos) de ETA se caminara directamente a una vivencia pacifica y alegre, porque no será así. Hay muchas, muchísimas heridas abiertas. Heridas que vienen de muy lejos, heridas que algunos se encargaron de llenar de sal con guerras y asesinatos en masa, heridas que no van a para de sangrar porque se diga en los medios que así sea. Y lo mismo opino por los que han vivido en sus carnes las consecuencias directas de la actividad de ETA, las víctimas que no han muerto y que siguen llorando a sus muertos.
Espero no tener razón y que en pocos años me arrime a esa esquina de la Azoka y pueda observar que sigue habiendo editoriales cercanas a la izquierda abertzale, que promocionan libros, discos y materiales digitalizados en euskera, sobre materias sociales cercanas a su pensamiento, pero sin dolor, sin rencor, sin acritud, sin heridas abiertas... Espero que alguien, muchos nos hayamos dado cuenta de que ha que ayudar a todos a transitar hacia la paz, a los vencedores, a los vencidos, a los buenos, a los malos, a todos. Hay que ayudar a construir un nuevo futuro entre y para todos. sin embargo, no veo a nadie así, solo veo heridas abiertas.
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